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Hay que aprovechar las crisis para realizar cambios

Son tiempos complejos, de mucha incertidumbre. Es bueno compartir dudas y certezas y en este camino hacia CERO emisiones, hacia la sostenibilidad, es muy importante saber dónde estamos y a dónde vamos. Son puntos que no tienen por qué generar demasiada controversia, pero el problema comienza cuando nos planteamos otros interrogantes como cuándo y el cómo hacer ese viaje.

Victor Viñuales sociólogo, cofundador y Director de Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES) incidía en que es muy distinto el viaje hacia la descarbonización si nos planteamos calendarios muy distintos. Los momentos se discuten y hay voces que aun asumiendo que hay que alcanzar la meta aducen “no tan rápido”. 
El cuándo está íntimamente relacionado con el cómo y “a ese cómo se le presta muy poca atención porque en las leyes y en los planes no se explica. Se habla de cifras, se proponen metas pero no se dice cómo alcanzarlas.

Los 10 factores que determinan el Cómo.
Este mismo año, en España la ola de calor temprana de Mayo y los siguientes pedriscos, acabaron con cosechas enteras, en Castilla La mancha no estaban previstas las dotaciones antiincendios porque no se esperaban altos riesgos en ese mes del calendario. ”En las crisis tomamos decisiones que no hubiésemos pensado tal y como nos ocurrió en la alarma sanitaria por la Covid. Aprovechar las crisis. ¿lo hemos hecho?”.


Reconocía que la UE se ha dado cuenta de que es muy inseguro depender energéticamente de “países complicados” (Rusia) y mucho más seguro depender de nuestro sol y nuestro viento. Hay que aprovechar las crisis para realizar cambios.

La transición energética no podrá hacerse si simultáneamente no hay una transición social justa. La percepción real del daño que se va a sufrir no va a afectar sólo a zonas geográficas mineras, “los chalecos amarillos” van a ser diversos. Se entienden las medidas políticas que se adoptan para bajar el precio de los carburantes ante las protestas sociales de los transportistas, aunque estuviésemos haciendo todo lo contrario a lo contemplado en la hoja de ruta de los combustibles fósiles. Es necesaria una transición social acompasada a la transición climática, porque si no, ésta se parará.


Es la agricultura uno de los sectores que más se verá afectado porque no podrá trabajar desde luego siguiendo “el refranero del abuelo” a la hora de sembrar o de recolectar. No hay certidumbre y los fenómenos atmosféricos pueden repetirse en momentos imprevistos. Tenemos que ampliar la noción de sectores vulnerables y romper la tradición de la administración pública que es meramente reactiva a las manifestaciones en la calle y no en planes de prevención. Victor Viñuales lanza una pregunta ejemplo ¿alguien está pensando en qué va a ocurrir con los talleres mecánicos dedicados a los arreglos de los coches de combustión? ¿alguien estudia qué hacer con las estaciones de esquí?


Nuestros actos están determinados por la Etnosfera en la que sentimos, pensamos, soñamos o ideamos. Son nuestros hábitos culturales.  Viñuales vuelve a plantear otra pregunta ¿Hay inversiones en los planes de recuperación tras la pandemia para un intangible como es recuperar la esperanza de la sociedad? De la transición normativa y de la tecnológica se puede hablar de avances. En donde estamos atrasados es en la transición cultural que es la que lo determina todo.

Usos y costumbres que podrían cambiar mucho nuestra percepción de la necesidad que tenemos de poseer un coche según nuestra posición por muy absurdo que pueda ser el uso que hacemos de él.


El sociólogo Viñuales recordaba el concepto nacido en el centro de ética de Oxford. La Bioremediación moral (tomar dosis significativas de oxitocina para mejorar la empatía hacia los demás). La transición no se va a bloquear por falta de tecnología sino por no elevar nuestra confianza en los demás y saber compartir.

Los que se sitúan en el futuro adoptan decisiones más sostenibles, más innovadoras. Los anclados en el cortoplacismo más prudentes y menos proactivas. Es necesario actuar con la mentalidad de quienes actúan con un pensamiento catedral quienes comenzaron a erigir las antiguas catedrales sabiendo que nunca las iban a ver terminadas. Ahora actuamos bajo la máxima de “el que venga atrás que arree” Algo que está actuando en contra de la transición. “Esto va de pensar en nuestros hijos y nuestros nietos. Disfrutamos de la sombra de los árboles que plantaron nuestros ancestros. Sabiendo lo que sabemos hoy y de las consecuencias de nuestros actos necesitaríamos de la conspiración de largoplacistas".

No podemos seguir el ritmo de los acuerdos internacionales que se rigen por la unanimidad, olvidarnos de ir todos juntos porque el más lento siempre atrasa a todos los demás en la carrera. Por lo menos hay que avanzar con aquellos más novadores, más audaces. El cambio social funciona por imitación. Los que van en cabeza determinan la acción. “Muchas veces donde hay consenso, no hay innovación”.

No tenemos mucho tiempo, necesitamos atajos o miradas diferentes de lo que necesitamos. Cambios disruptivos como el de usar champú sólido que nos evita usar recipientes de plástico o usar agua en su elaboración como puso de manifiesto una joven neerlandesa en su tesis doctoral en 2017 y hoy es realidad en los supermercados.

Adaptación y mitigación. Tendríamos que concentrar los esfuerzos en ámbas, en acciones con beneficios directos y derivados. Antes pensábamos que la adaptación no era tan urgente y ahora nos estamos dando cuenta de que es urgentísima. En agricultura, geografía, arquitectura, urbanismo…algo habrá que hacer.

Las leyes solas no cambian las cosas. “Cuando hay círculos viciosos, una sola acción no cambia las cosas. Hay que crear un círculo virtuoso y abordar los problemas con una visión sistémica. “El mundo no cambia por una ley, por una nueva tecnología ni por una concienciación social. La solución está entrelazada entre los distintos ecosistemas”.
Tenemos que crear una cultura de conversación, de colaboración y de corresponsabilidad, donde cada cual examine su cuota. La ciudad siempre estará limpia si cada uno barre su trozo de acera. “Instaurar en la sociedad la cultura de la corresponsabilidad y de la cooperación.

Victor Viñuales subraya también la necesidad de la Esperanza como motor de la revolución. “Antes no se hacía nada porque desconocíamos el cambio climático y ahora tampoco porque no hay esperanza. La esperanza es la hermana gemela de la voluntad. Es fundamental la gestión de la esperanza.” Una fórmula puede ser bajar la escala de actuación en los problemas, pero recuperaremos la esperanza de que lo podemos hacer. “Junto a la esperanza, la determinación. Ni afligirnos ni aflojarnos”.