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Artikutza, elemento para la sostenibilidad de San Sebastián

Arturo Elosegi, Doctor en Biología y Catedrático de Ecología, destaca la diferencia existente entre el aspecto que Artikutza tenía hace 100 años y el aspecto que actualmente tiene. Hace 100 años, por Artikutza circulaban mineros, carboneros, pastores, el río estaba contaminado y el bosque se explotaba en exceso. La situación de Artikutza ha cambiado notablemente. A día de hoy Artikutza es uno de los lugares mejor conservados del País Vasco y, en este sentido, recalca la apuesta que el Ayuntamiento de San Sebastián hizo en su día y sigue haciendo.

Ante la situación que nos encontramos, de emergencia climática, Artikutza adquiere mayor importancia por todo lo que aporta y puede llegar a aportar en la lucha contra el cambio climático. Siendo esto así, Arturo enfatiza en la necesidad de tener bosques antiguos y de calidad.

De la investigación realizada, subraya la evolución positiva que Artikutza ha registrado. En este sentido, opina que esto nos tendría que llenar de esperanza porque, si de verdad se quiere, es posible recuperar otros lugares en la misma medida. A ello añade que: “Si queremos garantizar la calidad de las aguas a largo plazo, Artikutza nos muestra el camino a seguir”. Arturo incide también en la importancia que tiene analizar el estado de los ecosistemas ligados al agua, investigar sobre Artikutza ofrece un interés de tipo general. En el momento de valorar el estado de otros ríos, Artikutza puede ayudarnos a definir las condiciones alcanzables. Respecto a los ríos, cree que la medida más importante es comenzar a eliminar las pequeñas presas o azudes existentes, dado que impiden el movimiento de peces y otras especies.

Una de las joyas que Artikutza esconde es el topo de agua o desmán del Pirineo. Dicha especie se ha conservado en Artikutza, pero su población no está en buen estado dado que no tiene conexión con ninguna otra población de desmanes de la cuenca del Urumea. En consecuencia, para asegurar el futuro de dicha especie, hay que trabajar de manera local pero también de modo más amplio para garantizar el contacto entre poblaciones.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es el tratamiento de la madera muerta en los ríos naturales. La tendencia imperante es la de eliminar barreras y limpiar los cauces para evitar desbordamientos y otros problemas, pero en el estudio que hicieron en Añarbe se plasman los beneficios que ello trae. Cuando los árboles del bosque de ribera mueren, caen al cauce y crean presas de madera y estructuras semejantes de forma natural, y éstas tienen mucha importancia porque crean hábitats y acrecientan el funcionamiento de los ecosistemas. En esto también Artikutza es un modelo a seguir.

Finalmente, versa sobre el futuro de Artikutza incidiendo en cinco aspectos: anteponer la conservación de la naturaleza al máximo nivel, sacar del bosque al ganado, hacer un seguimiento de la biodiversidad, realizar más estudios para efectuar una correcta gestión del mismo, y analizar su evolución.