A pesar de que ahora seamos más tolerantes, todavía continuamos siendo brutalmente rígidos e intransigentes con los problemas ajenos

¿Qué hubiera pasado si…? ¿Lo habré hecho bien? ¿Me habré equivocado? ¿Y si volviera a nacer? ¿Qué haría? ¿Tendría la misma vida que he tenido hasta ahora? ¿O tomaría recorridos diferentes? La vida es un camino de indecisión y decisión. A veces sale bien, otras veces mal. A veces nos equivocamos, otras veces acertamos. Lo que sí está claro es que es impredecible y no podemos predecir lo que nos aguarda el futuro. Todas estas dudas, arrepentimientos y miedos los sufrimos todos, sin excepción alguna. Pero, ¿cómo llegamos a ser tan duros con nosotros mismos? ¿Por qué nos castigamos tanto cuando no debemos?

Si este fuese el último instante de nuestras vidas, ¿qué harías?

”Si volviera a nacer, me gustaría dibujar mi horizonte. El horizonte de la vida. Y a pesar de no poder llegar al final de ese horizonte, sí que me gustaría caminarlo acompañado. De ti, de todos. Juntos de la mano. No me pidas que vaya por delante o por detrás, ponte a mi lado y acompáñame. Si volviera a nacer, yo Ángel Gabilondo, procuraría no volver a hacer daño a todos los que he hecho, y tenerlos en cuenta, más que nunca. Porque el secreto no está en cómo viviría, sino con quién. El con quién de la vida. La única posibilidad de ser yo, es serlo con alguien”.

“La gobernanza colaborativa y el País Vasco casan bien: Hay una cultura muy bien establecida para la colaboración público-privada”

El profesor titular en Política Pública en Harvard Kenedy School John Donahue destaca que Euskadi “tiene muchas oportunidades para gozar de los beneficios y evitar los riesgos de la colaboración público-privada”

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