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Igor Ahedo: “Dinámicas como la de TopaGune permite la circulación de saberes”

El grupo de investigación Parte Hartuz de la UPV/EHU ha jugado un papel importante en la puesta en práctica de estas metodologías en los Cursos de Verano. En opinión de Igor Ahedo, doctor en Ciencias Políticas e investigador principal del grupo de investigación Parte Hartuz de la UPV/EHU, "Los Cursos de Verano aportan una mayor horizontalidad al papel de la universidad con respecto a la sociedad y, en este sentido, el incorporar dinámicas en las que el alumnado de los Cursos de Verano no solamente sea receptor de conocimiento, sino que sea también sujeto constructor de conocimiento, puede ser bastante interesante".

Igor Ahedo

¿Por qué animar a los organizadores a desarrollar los cursos mediante metodologías participativas?

Una de las funciones importantes de la universidad es tocar tierra y ofrecer un servicio a la sociedad. En ese sentido los Cursos de Verano son una oportunidad precisamente para descender, quizá, en ocasiones, de algunos palacios de cristal y bajar a tocar tierra. Es precisamente en los Cursos de Verano cuando los perfiles pueden ser amplios, porque permiten que gente del ámbito profesional, del ámbito asociativo, del ámbito ciudadano tengan la oportunidad de trabajar los conocimientos que la universidad aborda a lo largo del año. 
Los Cursos de Verano aportan una mayor horizontalidad al papel de la universidad con respecto a la sociedad y, en este sentido, el incorporar dinámicas en las que el alumnado de los Cursos de Verano no solamente sea objeto receptor de conocimiento, sino que sea también subjeto constructor de conocimiento, puede ser bastante interesante. 
Al final los saberes tienen muchas perspectivas: hay saberes vivenciales, saberes profesionales, saberes técnicos y saberes académicos. Dinámicas como la de TopaGune posibilitan que haya una circulación de saberes. Por ejemplo, nuestra experiencia desde Parte Hartuz y en colaboración con la Diputación Foral de Gipuzkoa, llevamos unos cuantos años trabajando en el ámbito de desarrollo comunitario y la acción comunitaria y eso nos ha permitido encontrar momentos bastante interesantes para que nuestro conocimiento se vea reforzado con los saberes de la ciudadanía, con los saberes del cuerpo técnico, con los saberes del cuerpo político y los saberes del sector profesional.

¿Qué características tienen estas metodologías? ¿Por qué priorizar estas metodologías a la hora de organizar un curso?

Este tipo de dinámicas más horizontales lo que posibilitan es una mayor circulación del conocimiento y posibilitan una cierta humildad para aprovechar un saber al que por las circunstancias, por las urgencias, por la precariedad, por la falta de recursos económicos etc, quizá no podemos acceder. Esa humildad en el conocimiento posibilita que quienes estamos trabajando en espacios concretos, como es el caso de nuestro equipo de investigación en el ámbito de la participación, tengamos la oportunidad de poder trabajar cara a cara con personas, por ejemplo, de movimientos sociales, con personas que están en los servicios técnicos municipales impulsando procesos de participación o de desarrollo comunitario. Y me refiero a humildad porque precisamente la investigación universitaria en ocasiones necesita enfrentarse a la realidad. 
Pero, por otra parte, también, creo que además de humildad este tipo de dinámicas posibilitan el orgullo de que tu conocimiento llegue y sea accesible a personas que no tienen la posibilidad de dedicar el tiempo para hacer un grado o simplemente que están trabajando y que también necesitan formarse. Creo que los tiempos van por una mayor inserción de la educación superior con la sociedad. La responsabilidad social de la universidad precisamente es estar trabajando con la sociedad y el hecho de incorporar dinámicas participativas y de reflexión colaborativa en los Cursos de Verano lo que aporta es una ventaja comparativa para todos y para todas. 

¿Qué consejos darías a las y los directores que quieran aplicar estas metodologías?

Es cierto que el formato tradicional de arriba abajo es más sencillo. Ciertamente aquí tienes que diseñar bien las cosas sobre todo porque un principio básico de cualquier dinámica de facilitación participativa es el respeto a las personas con las que trabajas porque estas personas te están aportando conocimiento y tienes que ser respetuoso con ese tiempo y ese esfuerzo que te están dedicando. 
Otra parte importante también es la devolución y para mí es importante que estos talleres posibiliten que no haya un único ganador o ganadora, sino que todos y todas salgamos ganando. 

¿Cuál ha sido tu experiencia en este sentido? ¿Qué cambios o mejoras has apreciado?

Todo empezó cuando hacemos el primer Curso de Verano y una técnica de participación plantea a los representantes institucionales la responsabilidad de definir un marco para la acción comunitaria para Gipuzkoa y a partir de ese Curso de Verano y de una dinámica participativa en la que la gente pudo intervenir, pudo hacer un diagnóstico y pudo valorar. Lo que emergió es un proceso el que el resultado ha sido que se ha definido una política pública, que se ha consensuado, que la hemos trabajado desde la universidad, desde el cuerpo técnico, y que luego ha posibilitado que en otros Cursos de Verano ya esa definición del marco se aterrice e incluso se perfeccione y se mejore. 
Sería interesante que las instituciones públicas y las asociaciones, colectivos y empresas que colaboran tomasen conciencia de que este tipo de iniciativas requieren de una facilitación experta, requieren de dinero, de tiempo y en consecuencia cuando se dan esas condiciones es posible trabajar con respeto con la gente que participa.